¡Hola! Este es un post bastante especial y más largo de lo habitual, pues en él te voy a hablar del proceso de escritura y creación de mi saga, Shirukuni. Más de un lector y compañero escritor me ha pedido un artículo así, en el que explique como creé el mundo y, sobre todo, como manejo tal volumen de personajes. Espero que te resulte esclarecedor y si además te resulta útil, mejor que mejor. ¿Empezamos? ¡Vamos!
La semilla
Toda historia tiene un origen, una semilla, un concepto que germina en nuestra cabeza y cuyas raíces, tronco y ramas se extienden formando una nueva historia. Este árbol, que es la historia, se nutre de la tierra: nuestra cabeza, experiencias, vivencias, obras que hemos consumido… Incluso, aunque no nos demos cuenta, podemos dejar escapar entre las líneas dejes o expresiones de otros autores que leímos hace años y que nos calaron de alguna manera.
La semilla de Shirukuni es clara, una campaña de rol jugada hace bastantes años. Me da hasta reparo recordar en qué año comenzamos a jugar, hará unos seis o siete, más o menos, uff, ¡cómo pasa el tiempo! La partida, que duró dos años, comenzó con Hikari, Katsu y Yaeko, y al poco se unieron Kiyoshi y Kenji; más tarde, en las últimas sesiones, contamos con Kazuki y Tomoko. El primer volumen de Shirukuni supondría la primera parte de la campaña de estos personajes; el resto de la saga, han sido las ramas que han crecido de un lado a otro. Por este motivo siempre defenderé los juegos de rol como herramienta para construir historias y crear personajes.
Fue una suerte que en mis ratos libres me dedicara a redactar todo lo que hacía mi personaje: Hikari. Una especie de diario en el que quedaron registradas muchas cosas de la partida. El resto de la saga, bueno, pues tiene elementos de la literatura y el cine de chambara y, muy especialmente, de la estética Heian. ¿No sabes a qué me refiero? Te hablo del Periodo Heian y los Onmyoji aquí.
Personajes de Shirukuni
Sí, son muchos los personajes que aparecen en Shirukuni y podríamos definirla como una novela río. Cuando creo a un personaje tengo en cuenta varios aspectos, sobre todo si va a tener punto de vista propio. Me gusta trabajar con fichas, aunque después apenas las consulto, pues he asimilado y visualizado a los personajes y no me cuesta demasiado ponerme en su piel (con algunas excepciones, claro). He de decir que los personajes que jugaron en la partida son personajes adoptados, pues fueron mis compañeros de mesa, Gerard, Robert, Alba, Cesc, Moty y Kamui, los que sentaron los cimientos, por no hablar de mi marido y máster, creador de varios PNJ (personajes no jugadores). Línea tras línea, los he hecho un poco míos, sin perder la perspectiva y la esencia. Sé que en algunos momentos el comportamiento de determinados personajes puede resultar extraño, pero he procurado que todo tenga una causa y, si no queda claro en el primer volumen, quedará claro en futuras entregas.
Pero, ¿cómo manejar tantos personajes a la vez? Uff, no lo sé, lo siento. Más adelante hablaré de la planificación y quizá ahí pueda ofrecer una clave; pero creo que hay algo más. Una de las escenas que más gustan de Shirukuni vol.1 El resurgir de la sangre es una que tiene por escenario los baños de un castillo en el que confluyen varios personajes. Esta escena gusta porque supone un descanso para los lectores que prefieren un ritmo más pausado, pero también resulta muy simpática. En total hay cuatro personajes a un lado y siete al otro. Cada uno tiene su carácter, su personalidad y más de uno desearía no estar allí. En mi cabeza visualizo cada escena como si de una película se tratara. Para dar voz a cada personaje creo que hay que ser un poco actor y saber meternos en cada piel, saltar de personaje en personaje para hablar por él. Esa escena me rondaba días antes de escribirla, no la planifiqué, simplemente era una escena relajada en la que la trama se queda parada. Mi objetivo era que un personaje explicara algo acerca de su cultura, pero resulta que ha servido para reubicar a los personajes y ver quien es quien.
Me gusta combinar personajes planos y redondos. Los planos son aquellos que no cambian demasiado y se mantienen firmes en su visión del mundo y en su actitud; y los redondos son los que evolucionan, cambian, maduran… Ambos me resultan bonitos y, sin duda, los segundos son mucho más complejos de trabajar.
¿Sabes? Este apartado está quedando un poco largo, tengo un post en el que hablo sobre la creación de personajes, si te interesa este tema, puedes pasarte por aquí y ver al detalle cómo construyo a mis criaturas.
El mundo
Shirukuni es un gran imperio, con sus paisajes, criaturas, sociedad, costumbres, arquitectura… He de decir que lo que más me ayudó a la hora de crear este mundo no fueron las notas ni nada parecido, sino hablar, hablar y hablar con mi pareja. Él llevaba tiempo queriendo crear una ambientación para un juego de rol y, cuando me propuse escribir una novela, decimos aunar esfuerzos. Conversamos sobre como estaría estructurada esta sociedad, qué elementos del Japón feudal nos gustaban y podríamos aprovechar (samuráis, Onmyoji, yamabushi, yokai, yurei…). Entre los dos hemos ido concibiendo un mundo y no negaré que esta misión nos ha traído varios quebraderos de cabeza. Espero que el juego de rol esté listo en algún momento, sin presiones.
Sobre creación de mundos tengo otro post que quizá te interese aquí, en el que te explico como crear tu mundo en diez pasos. Si te preguntas si he trabajado en estos diez pasos, te diré que sí, en todos, aunque después no se note o en la narración no haya sido imprescindible explicarlo todo. ¿Por qué entonces hacer cada paso? A mí me da cierta seguridad, son unos cimientos sólidos sobre los que camino. Por ejemplo, en los libros no se habla demasiado del sistema económico, esto no significa que no lo haya; en el caso de hacer mención a este tema, por breve que sea, no habrá incoherencias porque en el fondo está bien definido.
Lo que sí queríamos era crear una sociedad que fuera lo más igualitaria posible. Como escritora, fue complicado librarme de determinados prejuicios y hubo cosas que decidí en cambiar en este sentido. Quizá creas que si me inspiro en un Japón feudal la sociedad ha de ser machista, pero no es cierto. En este artículo sobre la mujer en Shirukuni te explico por qué.
Planificación
Y llegamos a un punto muy importante. Muchos me han comentado que, ¡caray! ¿Cómo manejar tantos escenarios y puntos de vista a la vez? Cuando en realidad, Shirukuni vol. 1 El resurgir de la sangre está muy contenido en este sentido y Shirukuni vol. 2 La leyenda de los Tres Brujos es mucho más compleja. Los personajes andan desperdigados, van de aquí para allá, aparecen nuevos puntos de vista, nuevas voces, nuevos escenarios, los personajes de juntan y se separan… Una locura. ¿Cómo hacerlo? Para mí solo hay un modo, esto no significa que sea el único, pero sí la única manera que he encontrado. ¿Cuál? Planificar y trabajar mucho, mucho, la estructura antes de escribir una sola coma.
Hice varias escaletas con los personajes principales: qué hacían, a dónde iban, con quién coincidían… Después elaboré una plantilla en la que entrelacé cada trama, teniendo en cuenta los viajes de los personajes, cuánto tardaban en ir del punto A al B, en qué estación del año estaban… Sí, soy escritora de mapa, y la verdad, me cuesta imaginar como escribir una saga como Shirukuni sin una planificación previa. En este caso, lanzarse a escribir sin más me parece una locura y después el trabajo de edición puede ser terriblemente arduo. Si me lee algún escritor de brújula que explique cómo lo haría, porque la verdad es que no tengo la menor idea.
De hecho, planifico en mi cabeza cada escena, sin tomar notas, simplemente, las visualizo como si se tratara de una película, y después las escribo. De manera que rara vez tengo que hacer grandes modificaciones, porque lo tengo todo previamente hilado. Lo de sentarme y a ver dónde me lleva la pluma, lo dejo para relatos cortos.
Así que respondiendo a la pregunta de cómo manejar tantos personajes y escenarios a la vez, la respuesta es planificación, mucha planificación y trabajar en una estructura narrativa sólida, que de un vistazo podamos ver el entramado de la novela.
Banda sonora
Debía hacer una mención especial a mi banda sonora particular, la música que tengo de fondo cuando escribo y me sumerjo en Shirukuni. Por un lado, cuento con las maravillosas bandas sonoras de Onmyoji y Onmyoji 2, compuestas por Umebashi Shigeru. Sí, he escuchado esas bandas sonoras en bucle durante horas, una y otra vez. Aquí puedes escuchar un pedazo de la banda sonora que me acompaña durante horas.
Para pasajes concretos, como escenas de batalla, sí he buscado músicas más épicas; o para capítulos muy oscuros he recurrido a mi grupo favorito, The Cure y su tenebroso Pornography. Sé que no es muy oriental, pero me ayuda a sumergirme en ese ambiente un tanto gótico y lleno de desasosiego.
He intentado abarcar los aspectos que me parecían más importantes y es posible que me haya dejado algo en el tintero, así que no tengas reparos en preguntarme, agradeceré mucho los comentarios y, que si te ha gustado, compartas este post. Si quieres saber más de Shirukuni, te invito a visitar la web de la saga donde puedes leer un avance gratuito de siete capítulos y comprarlo en papel o en formato digital.