¡Cuánto tiempo! Tres meses han pasado desde mi última entrada… ¡imperdonable! Pero ser madre y estudiante es muy duro y me ha sido imposible ponerme con el blog. Aun así, lo último que quiero es que La sombra del kitsune se difumine hasta desaparecer, por lo que una de mis prioridades al terminar las entregas y los exámenes, ha sido dedicarle el tiempo que se merece. Y comienzo con una nueva reseña: The Yin Yang Master (dirigida por Weiran Li). Para evitar despistes, he de aclarar que Netflix ofrece en su catálogo dos películas similares, esta y El maestro del yin-yang: el sueño de la eternidad (dirigida por Jingming Guo). La segunda está inspirada en una saga de novelas japonesas llamadas Onmyoji y escritas por Yumemakura Baku. Estas novelas ya tienen desde hace años sus propias versiones japonesas, cuyas reseñas puedes leer aquí y aquí. Como he comentado en más de una ocasión estás películas son muy especiales para mí y han sido una importante fuente de inspiración a la hora de escribir Shirukuni. A su vez, las novelas están inspiradas en personajes históricos que vivieron en el Periodo Heian: Abe no Seimei y Minamoto no Hiromasa. Te hablo del primero y de los Onmyoji en este post.

Recientemente hemos encontrado en el catálogo de Netflix dos películas de título y estética similar, no olvidemos que “onmyoji” significa algo así como “maestro del yin-yang”. La llamada El maestro del ying yang: el sueño de la eternidad es una adaptación china de las novelas. Por su parte The Yin Yang Master es una adaptación del videojuego japonés basado también en las novelas. Un ciclo sin fin, vaya. En un principio, puede resultar extraño y generar desconfianza que Abe no Seimei, un personaje tan ligado a la historia y el folclore japonés, tenga una versión china; pero no debemos olvidar que los Onmyoji eran sacerdotes budistas y que el budismo llegó a Japón a través de China, así que admitimos barco. Además, el look Heian tenía notables influencias de la moda china del momento, por lo que no es descabellado pensar en una adaptación que resulte acorde y que respete el espíritu y la estética del original.

Si aún no lo has visto, aquí tienes el trailer.

Aclarado este punto, he de decir que he visto ambas versiones. La primera que vi fue El maestro del yin yang: el sueño de la eternidad y me resultó decepcionante y aburrida. Los personajes no tenían carisma y la trama carecía de sentido en muchos puntos. Puedes leer el hilo que hice en Twitter sobre la película aquí. Por el contrario, The Yin-Yang Master me ha sorprendido de manera positiva. Francamente, no esperaba mucho de ella, ya que las versiones cinematográficas de videojuegos suelen ser terribles; pero este film funciona como película, más que como adaptación en sí. Así que vamos al grano.

¿De qué va?

“Cuando Pangu abrió los cielos, los hombres y los monstruos convivían en armonía; pero el malvado monstruo Xiangliu se proclamó emperador de los monstruos. Esta serpiente de nueve cabezas (¿a alguien más le recuerda a Orochi?) hipnotizó a los otros monstruos y arrasó las tierras. Por suerte, los maestros del Yin-Yang se defendieron y crearon un arma poderosa, la espada Tushan. Decapitaron a Xiangliu  y controlaron a los monstruos. Desde entonces, ambos mundos han estado separados. Los humanos vivían en la ciudad y los monstruos en su reino, no había contacto. Si un monstruo cruzaba la frontera era un retazo del emperador de los monstruos, lo capturaban inmediatamente y lo encerraban en la celda de contención.”

Este es el prólogo que nos encontramos al comenzar la película y que nos sitúa en la historia y en la ambientación.

Nos hayamos en un escenario inspirado en una sociedad feudal del lejano oriente. Por una parte, tenemos el mundo de los humanos, una gran ciudad de la que conviene no salir demasiado, pues hay monstruos que transitan por los bosques. En dicha ciudad, nos encontramos la imponente oficina del Yin-Yang, en la que numerosos sacerdotes del yin yang protegen un artefacto llamado “Roca de la balanza” que ayuda mantener a raya a los monstruos (que en realidad tienen mucho de yokais japoneses).

Uno de los maestros del Yin-Yang, Qing Ming, es acusado de asesinar a varios compañeros, incluyendo a uno de los líderes, Cimu, y de robar la Roca. Él niega las acusaciones y huye al verse acorralado. Baini, una sacerdotisa que ocupa un importante cargo, amiga de Qing Ming y Cimu, tiene como misión capturar al primero y castigarlo.

Años después, nos encontramos a Boya, un oficial que ha de salir de la ciudad para custodiar un cuantioso cargamento de impuestos imperiales. En el camino, se ve asaltado por unos ladrones… Y hasta aquí, que no quiero hacer spoilers.

Personajes

Aunque el peso cae principalmente en la figura de Qing Ming (el equivalente al Abe no Seimei japonés), se trata de una historia bastante coral con varios protagonistas. Qing Ming (interpretado por Chen Kun) es mitad humano, mitad monstruo (como Seimei, que según la leyenda es hijo de un kitsune), esto lo hace especialmente sensible a las fuerzas sobrenaturales y hace que destaque entre el resto de maestros del Yin-Yang.

Boya (Qu Chuxiao) es la versión china de Minamoto no Hiromasa. Si Hiromasa es un cortesano artista y enamoradizo al que no le tiembla el pulso al disparar un arco, Boya es un personaje más físico con más escenas de acción. Si fuera una partida de rol, Hiromasa sería un bardo y Boya sería un guerrero estilo kung-fu.

Por su parte, Baini (interpretada por Xun Zhou) sería Douson, la rival de Qing Ming. Aunque, a diferencia de Douson, interpretado por Hiroyuki Sanada, es una rival forzosa, ya que tiene un fuerte vínculo de amistad con Qing Ming. Incluso puede apreciarse cierto romanticismo sutil, aunque me cuesta ver en Seimei un personaje romántico. Por cierto, descubrí a esta actriz hace años en las películas de Painted Skin y Painted Skin II y me enamoré de ella, fue fundamental para crear a mi Hikari, puedes leer las reseñas aquí y aquí.

Shen Le (Shen Yue) es otro personaje femenino que en un momento dado se une a Boya para buscar a Qing Ming, pero, ¿con qué intención?

La Reina de la Nieve (Cici Wang) es una versión china de la famosa Yuki-Onna (mujer de la nieve), de la que puedes saber más aquí. Prefiero no decirte mucho sobre el papel que juega en la película y que lo descubras tú mismo. La verdad es que esta película cuenta con personajes femeninos muy interesantes.

Mención especial a la banda sonora

Si la has visto a lo mejor has reparado en la preciosa música que acompaña a la película, y es que el que está detrás es Shigeru Umabayashi, compositor de la bandas sonoras de las películas japonesas de Onmyoji, de La casa de las dagas voladoras, La Novia, In the mood for love, Fearless y el videojuego de Onmyoji, entre otras muchas obras. Un fenómeno al que admiro muchísimo.

Aquí te dejo el tema central del videojuego que acompaña a los créditos finales de la película.

Mi opinión personal

A mí parecer las escenas de acción y los momentos de clímax o tensión emocional están bien equilibrados, por lo que no resulta ni demasiado frenética ni demasiado ñoña o empalagosa. A diferencia de lo que ocurre en El maestro del yin yang: el sueño de la eternidad, Qing Ming sí conserva algo de ese halo de misterio que vemos en las películas japonesas. Por otra parte, me hubiera gustado que se profundizara más en la relación entre Qing Ming y Boya; aunque esto queda compensado porque el papel de Baini y sus vínculos son realmente bonitos.

Los efectos especiales están bastante conseguidos y es fácil enamorarse de algunos monstruitos, aunque en algunos momentos me recordaban a las criaturas del bosque de Maléfica e incluso a Rocket de Guardianes de la Galaxia. Por supuesto no digo que sean copias de dichas películas, para nada, más bien queda claro que están inspirados en yokais japoneses como el Tanuki o el Kappa. Lo referente a escenografia, vestuario y caracterización, hay cosas preciosas por las que merece la pena darle al pause.

Por último, las interpretaciones son más que correctas y los actores son expresivos sin llegar a ser histriónicos, por lo que podemos hablar además de un buen trabajo de dirección.

En resumen, te la recomiendo si te gusta la fantasía y la estética oriental, pero no esperes una película wuxi; aunque hay peleas y alguna coreografía fantasiosa, las artes marciales no son protagonistas.

 

Y esto es todo, espero que tengas un feliz verano y que nos veamos pronto.

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